Aplicaciones benéficas: Ayudando de una forma divertida






Todos conocemos lo que son las aplicaciones móviles, programas que pueden ser descargados en cualquier teléfono o dispositivo móvil y desarrollan una determinada función. Para poder acceder a ellos, lo único que necesitamos es contar con un teléfono móvil que tenga acceso a internet. Además, este dispositivo debe cumplir con una serie de condiciones para poder ejecutar la aplicación como, por ejemplo, tener el mismo sistema operativo.

Asu vez, podemos clasificarlas en dos grandes grupos: las gratuitas y las de paga. Por lo general, la mayoría de las personas accede a las aplicaciones gratuitas porque el único requisito que les piden para acceder a ellas es el de contar con un dispositivo compatible con ellas. Cuando hablamos de las aplicaciones de paga, las circunstancias suelen variar ya que el aplicativo debe ser muy bueno o realmente útil para invertir una determinada cantidad de dinero. Pero, ya en este punto debemos preguntarnos lo siguiente: ¿Por qué algunas aplicaciones son gratis?

Si quisiéramos crear una aplicación para generar recursos, lo lógico sería cobrar por la descarga de esta. Sin embargo, en la mayoría de casos resulta conveniente distribuirla de forma gratuita, porque se puede ganar dinero de la siguiente manera: la venta de espacios publicitarios dentro del mismo aplicativo, ofreciendo primero una versión gratuita y una más completa pero de paga, agregando ítems o herramientas complementarias, entre otras más.

Ahora bien, la creación de aplicaciones móviles como productos de un proyecto social es un recurso que ha tenido mucho éxito en el extranjero, especialmente en EEUU. Aquí podemos situar aplicaciones populares como “Charity Miles” que prácticamente se basaba en la promoción del ejercicio y a través de él la recolección de dinero para el financiamiento de un conjunto de organizaciones benéficas. ¿Cómo funcionaba? Primero descargas la aplicación de forma gratuita, creas una cuenta, eliges la organización a la que ayudarás y empiezas a correr. Las donaciones se calculan en base a la cantidad de millas, ya que si se va montado a una bicicleta la app dona 10 céntimos de dólar por milla, mientras que si corres o caminas, 25 céntimos. ¿De dónde sale el dinero? Las donaciones son posibles gracias a la transmisión de publicidad de los patrocinadores dentro de la app.

Así como “Charity Miles”, existen otras aplicaciones como “Humble bundle” (compra de juegos independientes), “Donate a photo”, “Feedie”, “Delete to feed”(su temática consiste en subir o eliminar fotografías de comidas, cada actividad realizada equivaldrá a que una determinada compañía done el mismo número pero de platos en una obra de caridad), “Share the meal” (muy parecida a las anteriores, solo que esta app es desarrollada por el Programa Mundial de Alimentos), entre otras más; que se han comprometido a iniciar un cambio frente a tantos problemas que se suscitan en el mundo.

Alejándonos un poquito de los aplicativos con fines benéficos, otro tipo de campañas que se promueven en el mundo, teniendo como principal herramienta los teléfonos celulares, son aquellas que se dedican a imponer ciertas actividades que puedan ser verificadas o guardadas en el móvil. Ejemplo de esto, tenemos una campaña desarrollada en Nueva Zelanda bajo el lema “Go balls out” que puede traducirse como “salir con las bolas fuera”. Esta peculiar campaña que consiste en el uso de aplicativos running con GPS para dibujar grandes miembros masculinos con las rutinas que se recorren día a día. Aunque suene muy “infantil” esto tiene un trasfondo mucho más serio, el cual es el crear conciencia sobre el cáncer de testículos, lo que ha llevado a que tanto hombres como mujeres se involucren de manera masiva. Como ya hemos mencionado, este tipo de campañas, aunque no se centren en aplicaciones con fines benéficos, pueden servir de referencia para conseguir ampliar nuestro público.
  
Si nos centramos en Perú, solo conocemos un proyecto desarrollado en este ámbito denominado “Soy mi superhéroe” de la ONG “Los Chanchos Vuelan”. Aunque muchas personas pensarán que el desarrollo de aplicaciones es fácil y que son muy recurridas en eventos benéficos como la Teletón, por ejemplo. Debemos aclarar que esta clase de aplicativos son de los distintos Bancos que prestan esta vía para las donaciones, por lo que estaríamos hablando de sistemas que contribuyen a una causa benéfica indirectamente. Pero una app desarrollada específicamente para estos fines, no. ¿Por qué ocurre esto?   

Queda claro que, con el paso del tiempo, la tecnología se innova y suele simplificarnos muchas actividades, por lo que, es muy extraño que las diversas organizaciones benéficas que existen, no hayan adoptado una herramienta como esta. Para entender mejor esta situación, tenemos que ir más allá de lo superficial y analizar cuidadosamente todo lo que implica la creación de una aplicación móvil. Empezando por los siguientes factores: la zona que se abarcará, el tiempo de duración, los estudios de viabilidad técnico y financiero, la cantidad de colaboradores que desarrollarán la app (sus pagos), etc. Todo esto tiene un costo de inversión aproximado que varía entre los 5 mil a 6 mil dólares, incluyendo los gastos de publicación.


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