Uno de los elementos que
más influye en la percepción de las personas es el color. Un mismo diseño puede
ser apreciado de maneras muy diferentes al variar sus tonos. Los diseñadores y los
profesionales de los servicios de impresión conocen este hecho y la importancia
de la exactitud en los tonos de un trabajo. En ese aspecto es cuando entran a
tallar las cartas de color.
El rol de las cartas de color
Esos catálogos
plagados de cuadraditos de diferentes colores son herramienta indispensable en
muchas labores. Los diseñadores gráficos los usan para verificar con las empresas
de impresión que los libros, revistas, posters o cualquier otro encargo tenga el
tono correcto.
Por ejemplo, las cartas
de color se usan para calibrar pantallas de monitores. Asimismo, se regula el flujo
de los tres colores básicos de tintas de las impresoras de inyección. Otros usos
que se les puede dar a estas herramientas es ayudar a hacer una selección de
colores. La amplia gama que manejan los catálogos hace muy fácil la evaluar el
efecto de diferentes tonos juntos.
Adicionalmente, se
tiene que mencionar que cada uno de los colores cuele tener un nombre y un código.
También, se estipula la proporción de colores básicos con el que se puede dar
con un tono en particular. Esos sistemas han sido adoptados por los programas de
diseño gráfico, por ejemplo.
Aplicaciones de las cartas de color
Puede parecer poco
importante dar con un tono en particular, especialmente cuando otros son muy
similares. Pero, pensemos en una empresa que quiere imprimir cientos de
invitaciones para sus clientes. Obviamente, todas las copias deben tener el
mismo color y distintivos de la institución. Ahora, imaginemos que la impresora
offset o láser hay sufrido una pequeña descalibración.
Todo el lote impreso
puede tener los colores errados. Eso sería una gran perdida para la imprenta
porque el cliente puede negarse a pagar. Por eso se realizan las pruebas de
color. En esta etapa del trabajo de impresión es cuando se usan las cartas de
color. Esto puede hacer el trabajo más lento y un poco más complicado, pero garantiza
un producto final óptimo.
Otra gran industria
que dependen de los muestrarios de color es el mundo de la moda. Aunque, ellos
no solo eligen tonos, sino también materiales. Inclusive hay cartas de color en
diferentes soportes. Se pueden encontrar muestrarios en cartulina, tela, plástico
y hasta en materiales de acabados para la construcción.
De hecho, todas las
empresas grandes desarrollan sus propias cartas de color. En ellas ponen
colores únicos que los representan y forman parte de su imagen institucional. Estas
se adaptan a sus necesidades mucho mejor que las comerciales.
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de su página web o llena su formulario de contacto.
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